Presentación

El Ser está constituido por el individuo, su entorno y su mutua interacción. Tanto el individuo como el entorno son finitos. Su interacción puede situarse en el infinito espacio-temporal si entra en resonancia armónica con la interacción universal. Para ello, el individuo tiene que superar el egoísmo narcisista y desarrollar una colaboración con el entorno que genere sinergia y haga avanzar la evolución.
Esto puede lograrlo en la relación personal con otro individuo, pues todo individuo es, en sí mismo, un efectivo universo. Por eso quien mata a un semejante anula la esencia de su propio ser. Pero quedarse en una interacción a dos, puede encerrar una nueva forma de egoísmo por lo que hay que llevar la interacción a un entorno definido no excluyente, condición que sólo reúne el conjunto de la Tierra.
En la actualidad se dispone de los medios para establecer una colaboración planetaria global en justicia y libertad, aunque para lograrlo será necesario una creciente mayoría altruista y cambiar las actuales estructuras piramidales de poder opresor, por dinámicas circulares de solidaria igualdad, que conviertan a la Tierra en una individualidad capaz de interactuar con plenitud consciente con su entorno cósmico.