
El capitalismo está incurriendo en unas contradicciones cada vez más numerosas y graves que hacen imposible su continuidad. Eso no significa que su fin sea espontáneo. Habrá que vencer la resistencia de la minoría dominante y al enorme poder de que goza, debido a la compleja y extensa trama de intereses y reflejos creados por la dinámica imperialistas y, sobre todo, habrá que tener muy claro y madurado el sistema fraternal que debe sustituirlo, para evitar que el cambio derive en trágico caos. Si los 3 ochos, fue una referencia de la clase obrera en su lucha contra las jornadas de trabajo agotadoras durante los siglos 19 y 20, los 5 veintes puede servir para reordenar la vida humana durante el siglo 21.