Natividad
El solsticio de invierno ha tenido siempre para el Ser humano un significado existencial fundamental. Es el momento en que las tinieblas dejan de extenderse y empieza la luz a incrementar su presencia. El cristianismo, al situar en ese momento el nacimiento de Jesús, no negaba lo anterior sino que le daba una dimensión transcendental: el espíritu divino se encarnaba en el individuo humano e instaba a todo individuo a participar de esa divinidad siguiendo una única exigencia: que se amaran los unos a los otros, lo que viene a ser la expresión más profunda y elevada de la...
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